La Semana de la moda primavera-verano 2010 terminó el jueves en Nueva York bajo una nota optimista, con un aplaudido guiño del diseñador Ralph Lauren a la recesión de los años 30 y a las virtudes del esfuerzo.
Pocas horas después, el desfile de Tommy Hilfiger bien diferente, también fue un éxito.
Una colección que agradó a las especialistas y fanáticas de la moda, que corren desde hace una semana de desfile a desfile, sobre tacos de 10 centímetros y sin soltar nunca su teléfono móvil.
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