Oscar de la Renta ofreció el miércoles una colección primaveral lujosa y algo exótica en la Semana de la Moda de Nueva York.
Las piezas, presentadas en la antigua iglesia del noreste de Manhattan donde el diseñador dominicano ha realizado antes desfiles, incluyeron los elaborados bordados y cuentas que lo caracterizan, pero el creador también estuvo consciente del momento que atraviesa el mundo y evitó cualquier elemento que pudiera considerarse como demasiado altanero.
De la Renta pareció inspirarse en las tradiciones de Africa, Sudamérica, el sureste de Asia y otros lugares.
Combinó un abrigo verde azulado con bordados en limón con un vestido de encaje blanco, cubrió un vestido sin tirantes con lentejuelas de bronce y otro traje con una pretina bordada de piedras turquesa y coral. Decoró con dorado los hombros de una blusa crema, que hizo juego con una falda recta y accesorios también dorados.
Modelos en los más tradicionales trajes de noche de De la Renta - vestidos de tafetán y organza en rojo y fucsia así como uno negro de encaje y organza con volantes - lucieron velos de encaje en la cabeza.
El atuendo más elaborado cerró la pasarela: un vestido strapless hecho de capas de tul gris y azul con un corpiño cubierto de cristales.
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