Williamson, que hasta ahora presentaba sus creaciones en la más prestigiosa cita de Nueva York, fue uno de los grandes nombres de la moda británica que no quisieron perderse los festejos en la plataforma que les lanzó a la fama.
El diseñador de 37 años, conocido sobre todo por sus coloridas túnicas estampadas de estilo bohemio-hippy (boho) ibicenco, prometía para esta primavera/verano una colección más dirigida "a una mujer, no una jovencita", y no defraudó.
Sus prendas siguen siendo fluidas, pero mucho más estructuradas, y los estampados, aunque no desaparecen, ceden el protagonismo a los colores metalizados --que van del bronce al menta--, y a los bordados hechos con pedrería y otros abalorios que adornan vestidos, chaquetas, shorts y hasta trajes de baño.
Williamson, que viste a estrellas como Sienna Miller, Madonna o Gwyneth Paltrow, era una de las atracciones de esta edición de aniversario, pero nadie sabe si regresó para quedarse o si está sólo de paso, como en septiembre de 2007, cuando ya volvió a "su ciudad preferida para desfilar" coincidiendo con los 10 años de su firma y la inauguración de su primera tienda londinense.
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